diciembre 11, 2007

Pequeñas cosas

Derrepente me doy cuenta que estoy rodeada de esas pequeñas cosas, que no significan algo, pero suelen de vez en vez, darme mucho.
Hoy particularmente, me desperté pensando en eso. Era muy temprano, faltaban bastantes minutos para que timbrara el despertador y vi brillar al fondo, en una esquina cualquiera, la tapa del librito, en el que ya no escribo y en el que ya no reparo. Todas las mañanas está allí, pero a veces tiene un fulgor particular que me obliga a pensar en ese momento que fui feliz.
Quizá soy muy joven para estar rodeada de tantos recuerdos, quizá con el tiempo vaya desechándolos uno a uno y lo único que quede sean las cosas que me den destellos de tiempos pasados, de tiempos de risa y corazones palpitantes.

http://youtube.com/watch?v=hoCZ8H0RAsA

diciembre 10, 2007

AÑO NUEVO

Casi se empieza a celebrar el año nuevo. Y yo puedo decir:



AÑO NUEVO, COMPUTADORA NUEVA

NADA DE INFORMACIÓN VIEJA.

FIN

El año nuevo no me hace tan feliz como creería. Eso de borrón y cuenta nueva, como que no se me da mucho con buena actitud.

diciembre 02, 2007

Se me acaba el corazón

Minuto a minuto me doy cuenta de que me queda menos corazón para que me lo rompan.

Hace unos días alguien lo hizo por las razones equivocadas. En ese juego no había corazón, pero al dejarme a un lado, terminaron por hacerme creer que yo debería sentir algo y por eso no debía involucrame más.

Ya no quiero tener más corazón que me rompan. Ya no, porque después tengo que tragarme los pedazos y eso duele más que cualquier cosa.

noviembre 26, 2007

La retrospectiva de la felicidad

"Conocer las cosas que lo hacen a uno desgraciado, ya es una especie de felicidad"
François de la Rochefoucauld

noviembre 19, 2007

Me gusta

Me gusta despertar y verla allí, impávida, como esperando que yo abra los ojos para así expandirse con toda su belleza.
Me gusta pensar que me contempla toda la noche, deseando que llegue el nuevo día.
Me gusta saber que nació sólo para mí, para que yo pueda regocijarme en su hermosura.

Definitivamente me gustan las flores frescas en mi mesita de noche.

noviembre 16, 2007

Una canción corta


He traído en mente una canción cortita, pero que me gusta mucho.

Tal vez no sabes lo que eres para mi,
que todo cambia cuando estas cerca de mi.
No necesitas dudar de mí.
Dime cuantas veces te lo tengo que decir.

Tal vez no sabes que yo todo doy por ti.
Es tan distinto cuando estas lejos de mí.

No necesitas dudar de mí.
Dime cuántas veces te lo tengo que repetir.

¿Sí me entiendes lo que te quiero decir?

noviembre 13, 2007

Es un día largo

No voy a decir nada. Solamente que me dijo:

"Te quiero mucho hermosa"

Y creo que eso valió más que mi nutrida palabrería, que intentaba recrear muchas cosas.

noviembre 07, 2007

La hora nacional

Escuché la siguiente frase en la hora nacional:

"Estamos viviendo un fenómenos social de nuestra sociedad actual contemporánea"

Realmente me dejó atónita.

noviembre 04, 2007

Un sueño

Recordé que había soñado algo, por un cortometraje que vi esta tarde. No recuerdo el nombre, sólo que era de Sopa de Pato Producciones y es sobre una extraña relación entre una mujer, su puerta y un sacerdote.
El punto medular (y motivo al que le achaco que no pudiera entender el corto), es que la mujer había perdido un zapato.
Inmediatamente me atacaron los recuerdos, las emociones y de pronto, volví a soñar pero ahora con los ojos abiertos.
Y es que anoche soñé que soñaba que había perdido un zapato en un centro comercial. Y lo había perdido por estarme probando otros tantos. De pronto, al darme cuenta de la penosa situación, regresé a todos los lugares donde había estado, con el fin de encontrar apresuradamente mi zapato. Así fue como me descubrí buscando entre Prada, Jimmy Choo y hasta NineWest, mi precioso, ordinario y cotidiano calzado. No lo encontré y me tuve que conformar con unos zapatitos de charol bicolores (puntita gris con negro) que penosamente estuve paseando por toda la tienda hasta encontrar mis viejitos. En ese trajinar, en esa angustia me topé con muchas personas que me pedía ayuda para encontrar objetos perdidos que rápidamente localizaba.
En fin... fue un sueño penoso, angustiante... tanto así que me desperté poco antes de las seis de la mañana (en domingo) e instintivamente fui a mi closet a ordenar todos los pares de zapatos. No vaya siendo que uno se haya quedado olvidado por allí ;).

noviembre 02, 2007

La importancia del acento

Encontré este escrito en http://umbra.blogspot.com/2007/07/la-importancia-del-acento.html

Definitivamente existe mucha gente de habla hispana que no sabe las reglas (sencillas, por cierto) para saber si una palabra se debe acentuar o no. Y es que se le tiene un miedo exagerado a escuchar de las agudas, las graves, los diptongos, las excepciones, aunque la verdad sea dicha, es muy sencillo aprenderse estas reglas y sobre todo aplicarlas correctamente.

Tal vez estas aversiones se deban, en gran medida, a que los maestros en la escuela presentan estas clases de una manera tan aburrida que terminan haciendo que no nos interesemos y al pasar el tiempo, cuando estos conocimientos se vuelven importantes para el desarrollo de nuestros trabajos con entera imagen profesional, no creemos que sea tan trascendente un acento... -de todos modos ese trabajo lo hace la secretaria-, cuando muchas veces la secretaria piensa que, si de esa forma lo hace el jefe, significa que es lo correcto. Me ha tocado ver, a todos los niveles y en todo tipo de profesiones, textos escritos con errores de acento imperdonables que incluso pueden cambiar el significado de una idea. Existen palabras como "esta" que puede ser acentuada como aguda (tilde en la letra a), como grave (sin tilde) o como una de las excepciones (poniendo tilde en la letra e cuando se trata de pronombre). Por cierto, y para dejarlo claro, palabras como este, esa, aquel, solamente se les pone acento cuando fungen como pronombres personales.

Por otra parte, hay palabras que nos encanta acentuar aunque no lleven acento. Algunos ejemplos de estas palabras son: imagen, orden, dele, ti, fin. Estas palabras nunca llevan acento y casi siempre las vemos acentuadas, mientras que vemos forceps, biceps, van sin acento, porque cuando crees aplicar la regla correctamente, al saber que las palabras graves que terminan en s no llevan acento, y olvidas que esas dos son las excepciones (junto con los pronombres que ya mencionamos). Los doctores, ingenieros, abogados y muchos otros profesionales consideran que al no ser ellos especialistas en el lenguaje, no se les debe exigir que escriban perfecto, pero incluso a diario vemos una serie de anuncios publicitarios con graves errores.

Lo peor es que quienes leemos estos mensajes con errores, vemos el momento perfecto para aclarar nuestras dudas sobre si la palabra lleva o no lleva el acento, y si la vemos publicada, entonces nos aseguramos que de esa foram es como se escribe correctamente. Por ende, las publicaciones deben ser hechas por especialistas en el lenguaje.

Estamos llenos de revistas que al publicar errores fortalecen nuestras convicciones equivocadas sobre si una palabra lleva acento o no. Es por eso que reporteros, escritores, correctores, secretarias y toda la gente involucrada en la parte editorial (revistas, diarios, folletos, libros), debemos poner especial cuidado en nuestro trabajo para no confundir al lector. Es parte de nuestra responsabilidad social fomentar la correcta escritura de nuestro idioma, aunque en otras partes del mundo nos pongan trabas para poder lograrlo.



Es tan malo poner acentos en las palabras que no llevan, como no ponerlo en las que llevan; pero si quieren evitarse mayores problemas y latas, yo les recomiendo que hagan lo siguiente:

Para que no se vean mal, utilicen solamente palabras que no lleven acento, Tal como lo hice yo en todo este texto.



octubre 26, 2007

Estoy enamorada

Es algo muy extraño. Tenía años sin sentir algo así. Es... es casi equiparable al olor del café de la mañana, que me despierta con dulzura y me hace suspirar... me vuelve casi insoportable el tiempo que paso entre la cama y la primera taza. ¿Será ese el sentimiento del enamoramiento genuino?

Cuando dicen que se sienten mariposas, que palpita rápido tu corazón, que lo único que deseas es tener a la prenda amada cerca, observarle, tocarle muy suavecito de modo casi imperceptible, cuando te duermes pensando y repasándole y te despiertas con una sonrisa tatuada de tanto soñarle... dicen que eso es estar enamorado.

Lo que puedo decir, es que no puedo creer que esté tan cerca y que yo no pueda tenerle a mi merced; que sólo me tenga que conformar con el sonido lejano de su voz repitiendo mi nombre cuando le llamo con cualquier pretexto; es más, ni siquiera puedo creer que exista con todo lo que es. Tampoco creía en el amor a primera vista, pero esto viene a romper todos mis esquemas. Desde el momento en el que le vi, supe que tenemos que tener una historia juntos. Una historia a largo plazo, porque no puedo conformarme con haberlo tenido cerca sólo unos instantes.

Y pensar que ya lo había visto, que me habían contado cosas de él, pero no esperaba que fuera... todo lo que es. ¡Es que tenerlo cerca es algo que no sé cómo explicar, de modo que las letras le hagan justicia a esta sensación!


Aayyyyyyyyy definitivamente estoy enamorada. Es más, me atrevo a decir que yo estoy predestinada a estar con él (y él conmigo), porque es justamente lo que necesito en mi vida para ser mejor.

No me siento capaz de esperar un minuto más para tener un iphone. Lo vi y lo único que puedo expresar es: Me enamoré de él.

octubre 24, 2007

Me emociona la cocina. Me emociona la comida


Una de las cosas que más disfruto es la comida, sensación sólo superada por la cocina.
Comer algo es cuestión de actitud, es cuestión de una racionalización, es algo que va más allá del trillado "sabe rico". Comer es cosa de contexto, de conocimiento, de historia personal, de ánimo y de compañía. La comida a solas es deleitable, pero compartida se multiplica, porque por un instante se pueden tener sensaciones y sabores diferentes, quizá diametralmente opuestos, pero compartidos. El disfrute del otro comensal llega hasta nosotros con todos los matices posibles, debido a la graciosa expresión corporal y verbal. De allí lo especial de compartir la mesa con alguien más. Yo procuro hacerlo con quienes sé que son capaces de llevarme a otra "dimensión culinaria". Así que me atrevo a decir, que un plato y compañía, no se deben compartir con cualquiera.
Pero hablar de la cocina es cambiar de nivel. La cocina es aquel lugar donde se conjugan acciones, pensamientos y sensaciones, dando como resultado la materialización de un sueño. Y digo sueño, no por ponerlo en un nivel supremo, utópico... sino porque cualesquier platillo (por más sencillo o complicado), DEBE ser concebido así. Nadie que se jacte de ser bueno en esta área, puede decir que no ha soñado con la textura de las masas, con el olor que despide en cada proceso, con los colores e indudablemente, con la expresión de quienes disfrutan de la creación.

La cocina sabe adivinar nuestros pensamientos y nuestro carácter... incluso nuestro sentido del humor o nuestro ánimo. Así como las verduras (especialmente la lechuga) toman el sabor del metal que las destaza, la mezcolanza al fondo de la olla, que todavía no tiene forma ni personalidad, la va adquiriendo por el matiz que el cocinero le impregna. Aseguro que ninguna persona de mal humor o mala actitud es capaz de levantar los huevos a punto de turrón o puede calentar la leche sin darle ese sabor de quemado o rancio.

¡Tantas veces la cocina me ha adivinado para luego transformarme! Inicio con algo sencillo, algo simple y termino envuelta y tendida en sus redes a tal forma que no puedo salir de ella a menos que la creación me deje extasiada en el proceso, satisfecha en la degustación y finalmente exhausta por la limpieza profunda que exige. Invariablemente esa actividad frenética demanda un elixir para poder realizarse: por la mañana es un café fuerte y amargo, a medio día un vaso de refrescante agua con yerbabuena y al atardecer una rebosante copa de vino, de ese que no rojea y sólo enciende, anima. Y en ese letargo, en ese embeleso me gusta observar el fin del día, dejando listo el recaudo para la mañana siguiente y poder ir a la cama soñando con los sabores que vendrán.

octubre 22, 2007

¿Se puede tener una descarga de felicidad?

¿Será posible sentir una descarga de felicidad, que entra al torrente sanguíneo y nos deja muy en claro que es por ESO la agradable sensación, y que nada hay posible para prolongarla, sólo lo que ya tiene designada durar?

El día de ayer sentí algo así. Me sentí extrañamente feliz, pero sabía que era cuestión de unos minutos, una hora a lo mucho. Así que decidí hacer planes con ese tiempo, disfrutarlo, sorberlo lentamente y escribir las cosas maravillosas que soñé, que pensé, que desee y que planee.

Ahora, me resta asirme a esos planes de felicidad momentánea, pero con miras a generar un nivel de satisfacción mayor.

octubre 20, 2007

Sábado de Fachas

Hoy es uno de esos días donde no hay planes de nada, sin embargo existe la posibilidad de hacerlo todo. El único "artículo de lujo" que traigo son mis tenis y los raídos pantalones de mezclilla que desde hace un año debí cambiar.

No sé si me gustan los sábados así, pero el levantarme a las casi 11 de la mañana, con el olor del café pegado en mi nariz, y no tomar nada más que eso y un pan untado de cualquier crema o queso, antes de tener la primera comida "formal" del día (llámese unas tortas); bien vale la pena (de vez en vez).

Y ahora, pasado el medio día, no quiero hacer algo en especial. Usaré el tiempo y me atreveré a gastarlo guardando cosas viejas en un cajón que nunca voy a arreglar del todo, escuchando música de esa que me gusta pero que sólo reservo para la intimidad, y esperando que la tarde se muera para que la noche me dicte la pauta de las cosas que quizá quiera hacer, pero que me privaré por la mera comodidad de un pijama limpio y unas sábanas recién cambiadas.

Creo que a eso algunos le llaman SÁBADO.

Nadie como tú


Hace algunos días me ha venido rondando esta canción. No sé el porque. Recuerdo que la escuchaba mucho en el año 2000, pero no tenía un significado particular en mi vida (digo, ni ahora lo tiene... pero... me gustaría pensar que lo va a tener).

Nadie como tú

Nadie como tú, no quiero equivocarme
pero no ha habido nadie
donde encontrar más luz.

Nadie como tú, que crezca con la risa
ni entienda la caricia
como la entiendes tú.

Nadie como tú, con quien amanecer
y quiera mañanas mas que ayeres.

Vuela mi alma, vuela hacia otros sueños
y no encuentra,
nadie con tu despertar
ni tu forma de amar.

Nadie como tú.
No, nadie como tú.
Nadie como tú.

octubre 16, 2007

Una amiga entre la vida y la muerte (o esa es la versión oficial)


Dicen que estuviste un poco enfermita durante el procedimiento y por eso te tuvieron más días en el hospital. Yo creo que es una treta para tener más días de incapacidad y no tener que "regresar" con tu adorado Paco al trajín del banco.

Cuando los amigos se enferman es una oportunidad preciosa para hacerles sentir que los quieres. Lamento no haber estado contigo el día que te operaron, pero estuve pensando mucho en ti (aunque no sé si eso te sirva de algo). También lamento un poco no tener películas, libros, revistas, juegos o cosas que te puedan entretener. Eres muy inquieta y tantos días en cama sé que te tiene harta. Por eso: "viva el Facebook y sus múltiples aplicaciones para quitarle el aburrimiento a los convalecientes".

No sé si escucharme tantos minutos al teléfono te pueda cansar o si mis visitas sean demasiado cortas o quizá interminablemente largas. No sé cual es la medida para "brindarte entretenimiento" durante esta etapa. Bueno, al menos te puedes entretener leyendo post de blogs de mujeres frustradas o viendo vídeos raros en el youtube.

Te quiero.


octubre 15, 2007

Numeralia (también quiero decir, FELIZ CUMPLEAÑOS, porque no estoy segura de habértelo dicho... TQM)

Resumiré unos días fuera, de solaz y esparcimiento en simples números:

1234567890

Cumpleaños celebrados: 2
Amigos: 3
Amigos extraviados: 1
Mascadas regaladas: 1
Horas totales de vuelo: 4,6
Horas de espera en aeropuertos: 8,25
Minutos en una butaca: 1296
Películas/Cortos/Documentales vistos: 25
Número de las salas visitadas: 1, 2, 5, 13 y un teatro.
Restaurantes visitados: 9,6 (incluyendo la veloz comida en el mercado, que vale por 0,6)
Bebidas: 36 botellas de agua,
30 tazas de café, 10 tazas de té, 2 aguas minerales, 1 limonada natural, 2 tintos de verano, 5 vasos de té negro, 5,5 botellas de vino tinto, 1 burbujas, 6 cervezas, 3 martinis, 1 bull, 2 margaritas y 1 malteada de licor de café.
Pastillas de Alca Seltzer: 12 (es muy bueno para el dolor de cabeza y para el malestar previo a subir a un avión en la madrugada)
Pastillas tomadas: 8
Brindis: 1 noche de muchos brindis y 1 noche de brindis y créme brulé
Horas de celular apagado 142,3
Horas en 1 parque: 6,3
Visitas a cabarets: 1
Visitas a casinos: 1
Dinero perdido en casinos: $40
Recorridos "turísticos": 2
Fotografías tomadas: 5
Fantasmas platicados: 6
Horas en centro comercial: 4
Minutos en museos: 300
Paseos en lancha: 1
Choferes simpáticos: 1 con todo y sus mentiras
Horas fuera de casa: 144 + 8 que tengo en el trabajo y que no llego a mi casita
Hoteles: 3
Vestidos olvidados en hotel: 1
Horas de sueño totales: 16,7
Horas de plática en vez de sueño: 23,3
Horas "libres" (durmiendo cuando no es de noche): 4


1234567890

Sí, definitivamente y después de contar, contigo sí lo vuelvo a hacer... con una condición: unas horas más de sueño y un proceso menos discutido.

octubre 08, 2007

Una cintura estrecha

Las mujeres usualmente tenemos una lucha con nuestra cintura. Todo lo demás podrá agrandarse, rodearse de grasita o no quedar tan plano como desearíamos... y no pasa nada. Pero en el momento en el que notamos que la cintura ya no es tan estrecha como antes... entramos en una pequeña crisis, que va creciendo, conforme nos damos cuenta de que ese "anormal agrandamiento" no es producto de la hora en que nos medimos, ni de que retenemos líquidos, ni de que era luna llena, ni de nada sino de el paso de los años y los kilos de rica comida de la que no nos limitamos.
La cintura simboliza muchas cosas:

  • Para las jovencitas, la seña inequívoca de que están creciendo.
  • Para las veinteañeras, el ícono de la belleza por excelencia. Podrá tener no tan linda cara, no tan buen carácter, pero una blusa ceñida que marque el talle, hace verla bella a tal grado que giran cabezas cuando se contonea.
  • Para las señoras, el hecho de que todavía son jóvenes y que pueden ostentar ropa que no todas las de su edad.
  • Para los señores, el trofeo que rodean con alguno de sus brazos y que muestra que la poseedora de tan preciado atributo, es para él y se mantiene así para retenerle.
  • Y para los no poseedores de una cintura así, únicamente representa la envidia tan grande, enmarcada por las frases "es que no es posible que tenga una cintura de ese tamaño", "de seguro trae un faja que no le deja respirar", "claro, matándose de hambre... pues así, ni como", "obvio que se quitó dos costillas" y tantas otras que aseguro cualquiera de nosotros hemos dicho en más de una ocasión.
No sé si decir que yo aspiro a tener un talle envidiable. Mentiría si dijera que nunca lo he contemplado, pero a estas alturas de la vida, ya no lo sé... mejor dicho, no sé de que manera le pudiera sacar provecho.

Scarlett O´Hara lo único que pretendía con su cinturita de 45 cm. (dentro del corsette) era encontrar un marido. No sé si quiero un marido (al menos uno que me quiera por la estrechez).
Cindy Crawford, necesitaba la cintura pequeña para seguir ganando millones. Creo que ya es tarde para que yo inicie en el mundo del modelaje.
Paris Hilton, para demostrar que a parte de ser heredera, empresaria millonaria, jet setter y tener sus malas rachas, puede mantener lo que no necesita para hacerse notar, pero lo hace por mera vanidad. Lo siento, el escaparate de la socialité mundial no es lo mío.

No sé. Cinturita o no, creo que toda la vida voy a luchar por llegar a los utópicos 45 cm. Por lo pronto, los vestidos que se ciñen al talle y por efecto visual la cintura se hace más pequeña, serán mis mejores aliados.

octubre 03, 2007

Trabajo

Estoy esperando con ansia los días libres que tendré. En verdad estoy contando los minutos, restándome 10,500 para salir y estar en otro lugar, ver cosas nuevas, oir cosas nuevas.
Siempre he dicho que me encanta mi trabajo (y es cierto), pero en esa ocasión, me siento desesperada por salir, por hacer verdad los planes que tienen tantos meses atrás.

Ya quiero que llegue tu cumpleaños para ir a celebrar :) (qué egoísta, ¿verdad?)

octubre 02, 2007

Te quiero un libro más

-Ya hasta te quiero más
-¿Qué tanto?
-Tanto como un libro más. ¿O no te parece suficiente?

Y se soltó riendo.

-¿Y cuánto vale que me quieras un libro más?
-Pues muy sencillo. Si invierto en leer 20 minutos, sería como quererte 20 minutos más por estar en tu compañía. A parte, si es un libro bonito, le sumo el impacto visual. Y si es reconocido, cada vez que alguien mencione cualquier cosa sobre el autor o el título, te querré un poco más.
-Ah... bueno... te entrego el libro el viernes.
-Gracias. Y no menosprecies cuando yo te diga: Ya hasta te quiero un libro más.

Octubre

Octubre me indica que el año está por terminar, que a penas estoy a tiempo de empezar a planear las cuestiones propias de la época navideña.

Octubre es cuando empiezo a cambiar el guardarropa y decido ponerme, por última vez, las prendas más ligeritas.

Octubre es cuando pienso que el año que entra haré cosas nuevas.

Octubre es cuando más difícil me es encontrar regalos bonitos para demostrarle a quien quiero, cuan importante es para mí.

Octubre es cuando me arrepiento de no haber disfrutado más del verano, de no haber ido a la playa.

Octubre es cuando decido tomar vacaciones en invierno... no hacer nada... o hacerlo todo junto.

octubre 01, 2007

En estos momentos me arrepiento

En días como hoy, me arrepiento de haber regresado a la escuela.
Tuve una junta muy larga en mi trabajo; llegué y tenía esperando muchos pendientes, recados, correos y demás; y en eso volteo a ver la agenda y dice: entrega de tarea. No puede ser.

Estuve postergando toda la semana hacerla y precisamente hoy, me salta que es el día límite. ¡No quiero hacer tareas!. No quiero la obligación de entregar un documento con las mismas líneas que, estoy segura, el profesor conoce de arriba a abajo. No quiero ser juzgada por mi desempeño, en algo que estoy haciendo por mero gusto.

Me encanta la escuela, pero quisiera saltarme el día de hoy y simplemente ir a clases y escuchar cosas maravillosas, sin tener el compromiso de nada.

Insistiré: No quiero hacer tareas. Quizá si lo repito mil veces... quizá siii... no, tengo que hacer tarea.


septiembre 28, 2007

Anoche dormí poco

Anoche dormí poco, pero no amanecí cansada. No negaré que desperté con deseo de dormir un poquito más, pero no fue esa sensación de agotamiento tal, que te hace confiar en que los 5 minutos adicionales se convertirán en 2 horas y luego llegar arrepentido, corriendo y mal arreglado al trabajo (pero eso sí, bien dormido y con poca culpa).

Anoche dormí poco, sólo por el hecho de que no quería soñar. Así que con una aguja y cientos de metros de estambre engañé a la noche y asuste al sueño.

Anoche dormí poco, para ocupar mi mente con pensamientos tan complejos como: punta-centro-entra-vuelta-jala-punta... punta-centro-entra-vuelta-jala-punta... cuarenta de derecho... cuarenta de revés. Y alejar los pensamientos absurdos como: qué haré mañana, a dónde iré, le diré o no le diré, mi iré o me quedaré.

Anoche dormí poco, pero pasé una noche muy tranquila. Dormí pensando en hebras infinitas de colores a mi elección.

Anoche dormí poco, porque estuve tejiendo. Tejí y destejí. Tejí y destejí. Realmente se convirtió en algo tan terapéutico ponerme metas imposibles de perfeccionamiento de los puntos, que el fin del proyecto se vislumbra tan lejano y aún me quedan miles de puntadas y cientos de minutos.

Anoche dormí poco. Anoche soñé que durante una noche me llamaba Penélope.

septiembre 26, 2007

Lazo para pelo


(Timbre del teléfono)

-Sí
-Hola, ¿tienes un lazo negro, que me puedas prestar, para el pelo?
-Claro. Tengo uno cortito que uso de vez en vez. Si no es indiscreción, ¿para qué lo necesitas?
-Es que estoy de luto
-Ah, lo entiendo. Lo siento mucho. Cuando gustes puedes pasar por el lazo negro. Imagino que se verá hermoso en tu cabellera tan rubia.

Y luego me desperté pensando si ella estará de luto.

septiembre 22, 2007

El champagne y el amor


"El champagne y el amor son veleidosos: uno llega a pensar que nunca se acabarán, y cualquier día se agotan al unísono".


Xavier Velasco

septiembre 08, 2007

Una nota


-Escríbeme un cuento- le dije una noche.
Y por cuento, me dio una envidiada flor de plástico

septiembre 03, 2007

...

Escribamos un cuento. Hace mucho que no lo hacemos.
¿Qué te parece si la fecha límite sigue siendo el viernes a medio día?

¿Te animas?

agosto 31, 2007

Si me besas

Si me besas esta noche, será un beso como nunca te han dado.
Si me besas esta noche, te llevarás mi más profundo aliento.

Si me besas esta noche, mi sabor subirá hasta tu cabeza.
Si me besas esta noche, cada aromática mañana te acordarás de mí.

Tengo 3 días bañándome en café, inundando todo mi cuerpo, desde el interior. Camino y puedo sentir como, minuto a minuto, sube el cargado vapor y lo llena todo a mi alrededor. No dudo que mi piel sepa a café, que mi pelo se haya impregnado de su aroma. Ya ni siquiera dudo que mis lágrimas, en vez de brotar saladas, el día de hoy broten amargas, calientes y oscuras.

Así que si me besas esta noche, será un beso con sabor... y sabor de los que me gustan... un sabor fuerte, envolvente, que no se esconde detrás de la crema ni el azúcar.

Sabor a café y nada más.

agosto 28, 2007

Miénteme, por favor

Miénteme, por favor ¡Te lo suplico! Cada vez que te veo, cada que estoy frente a ti, ansío que me muestres una dulce mentira. Una mentira que me haga dormir tranquila, que me haga despertarme con el inmenso deseo de probar el amargo café y deleitarme en deliciosos panecillos que llenen el hueco que todos los días siento por la cruda verdad que te empeñas en remacharme, en grabar en mi cabeza, con la que me atormentas a mitad de la noche.

¡Miénteme! ¡Por favor! Eso es lo único que puede salvar nuestra relación. Otra verdad que me digas y te voy a sacar de mi vida... voy a disfrutar mientras te golpeé fuertemente contra el piso y te mire retorcerte.

Así que por tu integridad y por mi tranquilidad, cree también la mentira.


agosto 23, 2007

La petulancia


Hace algunos años (y no quiero ni pensar en días y fechas), una persona me tachó de petulante. ¿Petulante yo? ¡Por favor! Debe estar confundiéndome con alguien más.
Lo cierto es que hasta la fecha he pensado que la persona que me adjudicó este adjetivo, se encontraba fuera de sus cabales y... y... y... y de pronto vengo cayendo en cuenta que sí me he comportado de manera arrogante para con algunos.

Pero algo importante tengo que anotar: no soy petulante. Una cosa es que en alguna ocasión haya tenido una actitud presuntuosa, y otra es que ese sea un adjetivo que defina mi carácter.
Allí entramos en otro punto: ¿cuáles adjetivos definen mi carácter? ¿qué es lo que reflejo? En fin, sinceramente no quiero entrar en vanas reflexiones.

Pero a casi 4 años de haber sido llamada así, me he puesto, por fin, a reflexionar en el punto.

Una última pregunta:

¿Sigues pensando que soy petulante?


Encontré en La Palabra del Día (http://www.elcastellano.org/palabra.html), lo siguiente:

El Diccionario define petulancia como una actitud de "vana y exagerada presunción" y menciona que proviene del latín petulantia. Los romanos usaban esta palabra para aludir a un comportamiento desmedido, exagerado, atrevido, o insolente.

El vocablo latino proviene del verbo petere (ir a algún lugar), pero con el sentido de hacerlo en forma agresiva, incluso insolente. También tenía otros sentidos, como el de ‘atacar’ o ‘herir’, el ‘demandar a alguien’ ante los tribunales y el de ‘elevarse’. Ovidio decía petere astra (elevarse hasta los astros) y Plinio, más modesto, petere palmi altitudinem (elevarse a un palmo de altura). Cicerón, por su parte, al referirse a una lucha en el Coliseo decía gladiatores petendo vehementem (los gladiadores atacándose con vehemencia).

A partir de este verbo, se formó el adjetivo petulans, que se aplicaba a la persona agresiva, siempre dispuesta a atacar, y también al sujeto insolente o meramente irreverente y petulantia, arriba mencionada, al comportamiento de los petulans. En cierto momento, se formaron asimismo los cuerpos militares de petulantes, que eran batallones auxiliares de las legiones romanas.

Corominas afirma que la palabra petulante se registra en español desde el siglo XVII. Sin embargo, el notable etimólogo catalán no disponía de los modernos corpus informatizados que hoy nos permiten saber en pocos minutos que este vocablo ya era conocido en 1490, cuando su significado fue explicado por Alonso de Palencia en su Universal Vocabulario:

Petulans. tis. de todo genero. que agora lo toman por osado & demasiado. Otro tiempo se dizian azedos demandadores. & propriamente moços de cambiadores. los quales muchas vezes y espessas demandan demasiados preçios: que toman nombre de pedidores. O es petulans suzio importuno. En esto es diffirente el petulante del lasciuo: que el petulante viene de temeridad y el lasciuo del iuego y gazaiado.

El verbo latino proviene del griego peto, petannumi, que se deriva, a su vez, de la raíz indoeuropea pet- (precipitarse), también presente en palabras como ímpetu, petición, apetito, entre otras.

agosto 20, 2007

Para la Tristeza


Últimamente he escuchado que muchas personas alrededor de mí se sienten tristes sin una razón aparente (pero bien justificadas). Simplemente la infelicidad toca su hombro, las envuelve y les nubla la vista y la razón.

Creo que la tristeza debe ser como una especie de gas, de vapor, que lentamente te va invadiendo sin que te puedas dar cuenta de cómo pararla, antes de que sea definitiva y punto menos que letal.

Hay gente de la que se dice que muere de tristeza; yo pienso más bien que mueren de olvido, de mala memoria. Porque la infelicidad te va asfixiando de tal forma que se pierde la capacidad de recordar las cosas verdaderamente importantes.

Y no lo niego, todos necesitamos algún momento de infelicidad, de dejarnos caer en sus garras y casi permitirle que nos consuma. Pero esto debe ser parte de la catársis, no debe ser el fin último.

Cuando yo me encuentro particularmente triste, no permito que nadie se inmiscuya en mi estado de ánimo para "hacerme sentir mejor". No tomo helado, ni salgo a distraerme o a comprar cosas. No lloro para buscar compañía, ni me pongo a cocinar (a parte que cuando uno está triste la comida que prepara no sabe igual... se pierde la sazón). Simplemente vivo lo que viene, siento en su máximo el dolor y luego de algún tiempo (predeterminado), le pongo un alto, me lavo la cara y sigo con mi vida normal, sin darle cabida a más tristeza por el motivo inicial.

Pero sé, que como el mal estado de ánimo te nubla la razón, como ya lo comenté al principio, tomo precauciones diarias. Es decir, para no adquirir tristeza innecesaria o ajena, me protejo contra este mal tomando un té en ayunas. La cajita dice que quita el mal humor y la depresión. Yo digo, que me da 8 minutos en la mañana para pensar los motivos por los cuales no voy a tener mal genio, mientras bebo lentamente, disfrutando sorbo a sorbo, la infusión de boldo con toronjil.

Así que para todo mal hay una receta.

agosto 16, 2007

Para ver el futuro



Al parecer, nunca he gozado de buena visión, pero no estuve consiente de ello hasta que entré a la carrera. Me di cuenta, porque no pude leer unos letreros bastante grandes que estaban pegados en una puerta. Así que fui a hacerme un examen de la vista y allí obtuve mi primer par de lentes.
Algunos años después, fui a hacer un cambio de armazones y resultó que necesitaba una nueva graduación. Fue de esa manera que se inició la fama de que con mis lentes se podía ver el futuro y por eso era "tan intuitiva", porque veía las cosas antes de que sucedieran.

En fin, hace dos semanas cambié de nuevo mis lentes. De nuevo hubo un cambio de graduación y ahora noto la diferencia: con los otros no veía nada bien. Ahora, dijo una de mis amigas, que en verdad puedo ver el futuro, sin lugar a dudas.

Lo que me llamó la atención, es que en las últimas dos semanas he andado súper intuitiva y las cosas, se cumplen.

agosto 15, 2007

Una cita

Hace unos días tuve una agradable salida con mi amiga Katy. Ella es una persona encantadora, tan sensible, tan bonita, llena de cualidades siendo la principal la humildad. Es una mujer maravillosa que no alardea todo lo que pudiera hacerlo. Adicional a esto, tiene un novio lindísimo, atento, amable, comprometido, enfocado en su trabajo y muy agradable.
Siempre he elogiado de Katy el buen gusto que tiene para escoger novios (y lo digo específicamente por el actual).
Pues bien, el día de hoy mi dulce amiga me ha invitado a comer junto con su novio y un amigo de él. Es decir, y después de mucho pensarlo, lo vamos a interpretar como una cita. Katy se deshizo en buenas opiniones del desconocido en cuestión. Dice que es parecido su novio en muchos sentidos.

Una cita... Hace mucho que no tengo una cita... creo que desde el 2001 (porque vamos a quitar de la lista a los hombres casados, gays que buscan un consejo, hombres con anillo de compromiso listo para entregar y ex novios en plan de reconciliación).
Creo que estoy un poco emocionada. Tengo mucho trabajo el día de hoy, pero ni así el día ha pasado rápido. Estoy aquí desde las 7 y no puedo creer que a penas sean las 9:13.

En fin, lo volveré a decir, estoy emocionada porque hace mucho que no salgo en una cita "normal". Pase lo que pase, se que esta tarde tendré una comida muy amena con una buena amiga y su novio. Del individuo en cuestión aún no puedo decir nada.

agosto 13, 2007

UN PROBLEMA CON EL TEMPLATE

Estoy buscando un template nuevo para mi blog y no encuentro uno que me guste. Por lo pronto dejaremos este.

Mi muy estimable: (Le diré algo que quizá debería callarme)

Mi muy estimable:

Me voy a atrever a decir lo siguiente, a través de este medio, porque lo cierto es, que no considero sano para nuestra amistad que se lo diga frente a frente (es más, creo que ni siquiera me creería). Sin embargo, lo hago porque usted siempre me ha pedido consejo y seriedad cuando le hablo sobre las cosas que yo considero que suceden.

Últimamente he pensado mucho en la relación que mantiene con conocido caballero. Relación que ha ido y venido. Y todos estos pensamientos se desataron a raíz de que nos encontramos en días atrás. Usted bien sabe que se me considera una mujer intuitiva (cosa que mis amistades cercanas se han atrevido a difundir y aseverar) y que me es sencillo "interpretar" lo que le sucede a las personas, tan sólo con mantener una plática sencilla y cierto contacto visual.

Pues bien, con genuino dolor de mi corazón necesito confesarle esto que he venido sintiendo y que día a día se ha venido acrecentando:

El caballero con el que sale, quien es en quien deposita toda su confianza, su amor y sus esperanzas de fincar proximamente una vida juntos; es una persona vil, despreciable y que no merece que usted le dedique tanto tiempo y devoción. Y esto lo digo por el simple hecho de que, casi me atrevo a asegurar, que el no le es fiel ni en pensamiento, ni en cuerpo, ni en alma ni en nada. ¿Acaso cree que los frecuentes y excesivos "viajes" son siempre por trabajo o por ir a "visitar a la familia"? ¿Cree que los cambios de ánimo que ha tenido son por cuestiones de estrés? ¿Por qué considera usted que ahora él le oculta su teléfono y no le deja ver ciertas llamadas? ¿No sabe por qué se desaparece algunos días y regresa feliz, como si nada.... pero con un dejo de remordimiento?

Mi muy estimable, por favor no se siga engañando. No lo haga, porque sólo le lastima. Yo sé lo mucho que ha luchado por mantener esta relación, porque se le respete por las decisiones que ha tomado a lo largo de tantos años al lado de este mal llamado caballero. Él no merece su amor, su tiempo, su inmenso cariño y preocupación por su salud y estabilidad emocional; no merece que luche por demostrar a los demás que son el uno para el otro; no merece que usted le sea tan fiel, que le defienda a pesar de saber que él está equivocado. No lo siga haciendo. No sé si se habrá dado cuenta, pero con ese amor pertinaz que le profesa, en más de una ocasión ha lastimado a quienes de verdad le estiman, a quienes le buscan sin ningún interés mayor que la empatía y el cariño desarrollado gracias a ésta. Aseguro que hasta habrá hecho sentir un poco desplazada a su familia.

Tenga presente que a menos que usted toque el tema, yo no voy a comentarlo, por respeto a su dolor y a su intimidad. Es algo demasiado difícil de vivir... pero también es difícil para una amiga, sentir la responsabilidad de decir algo tan terrible sobre ese ser vil a quien usted ama. Tenga también por seguro que pase lo que pase, siga con él, lo deje; se engañe a sí misma o quiera mantener las apariencias con los demás; sea lo que sea que usted decida hacer yo le voy a querer y apoyar. Y cuando digo apoyar, me refiero a estar a su lado y aconsejarle. Pero no se engañe. Por favor, en el fondo de su corazón reflexione sobre lo que pasa y tome las decisiones con plena confianza de que conoce todos los escenarios y las consecuencias.

Se le estima entrañablemente.

Una frase simpática

Dijo un día Michel Eyquem de Montaigne (pensador y escritor francés del Renacimiento, creador del género literario conocido como ensayo).

"Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis".
Por eso a veces me abstengo de parecer enfática.


agosto 09, 2007

Me gustaría ser

Me gustaría ser, en algunos días, tan bonita como mi hermana.
Me gustaría tener sus piernas largas largas y el cuerpo así de delgado.
Me gustaría tener el pelo no tan rizado y que se acomodara solo después de bañarse.
Me gustaría salir sonriendo en todas las fotos y no con esta cara de timidez que siempre la cámara está aferrada en obtener de mí.
Me gustaría poder enojarme con alguien y dejar de hablarle varios días. No sólo quedarme con el enojo durante 2 horas y luego no poder sentir nada.

Me gustaría ser un poco como mi hermana y estar consiente de todas esas cualidades extraordinarias dignas de ser envidiadas.

agosto 01, 2007

Hoy visto de rojo


Hoy visto de rojo. Me basta traer zapatos, bolsa, un saquito y una mascada atada a una de mis muñecas para sentir que toda yo está roja.

Es un color que significa muchas cosas. Es todo lo que yo no me atrevo a ser. Aunque...¡No! En definitiva no usaría un vestido rojo.

Puedo fingir que no me gusta, que es demasiado escandaloso para mí, pero en silencio atesoro tener artículos de este color. Disfruto de un extraño placer al pintar mis labios tono carmín, dejándolo secar sólo un minuto. Luego los cubro con un tono más rosa que casi opaca al rojo por completo. Pero sé que en el fondo allí está. Allí está ese color que no quiero que nadie vea, pero sí que algunos noten.

Creo que me gusta el rojo mucho más de lo que admito.

julio 29, 2007

Reflexiones en la espera de ser atendida en un banco cualquiera


No sé si agradecerle o no a mi banco que tenga servicio, en algunas sucursales, los sábados y los domingos. En ocasiones puede llegar a ser muy práctico, ya que no falta el viernes, a las 9:00 de la noche, que recuerdo que no hice un depósito para cubrir un cheque que sé, van a cobrar el lunes a primera hora. Así que me duermo casi sin preocupación y a las 11:00 de la mañana corro a la sucursal que está frente a mi casa. El problema es que otras 24 personas tuvieron la magnífica misma idea que yo y acuden a la sucursal, malhumurados, desmañanados, regañados por sus señoras y cargando a los 2 mocosos inquietos que desde las 7 de la mañana se levantaron (siendo el sábado el único día que lo hacen sin remilgos).

Así pasé uno de los sábados de hace pocos días: usando minutos y minutos formada en la fila de un banco de un centro comercial. Estaba yo bastante inquieta y molesta ante el servicio tan deficiente de la sucursal, pero en cierto momento empezó a caerme la resignación encima. Así que en vez de estar enfurruñada y añorando estar en otro lugar, me puse a observar lo que había a mi alrededor.

Era día de ley seca y yo tenía perfecta visión hacia la sección de vinos y licores. A lo lejos era imperceptible la pequeña banda amarilla, delgadísima que decía "Por disposición... bla, bla, bla... LEY SECA". Y así, uno a uno, iban llegando los señores a hacer el berrinche por el olvido, o a poner los ojitos de resignación o la actitud de "un empleado me va a vender, lo sé". Eso me entretuvo los primeros veinte minutos. Luego me di cuenta que así como llegaban, se molestaban, se iban a comprar el queso y una caja de pan... porque no valía la pena ir por el carbón y la carne... creo que piensan que una carne asada no es lo mismo sin cerveza. (Bien saben algunos de mis lectores lo mucho que me desagrada la carne asada, así que no soy objetiva en el tema)

Luego, irremediablemente, me entretuve escuchando a la pareja de atrás. No sé cómo serían, ni si eran pareja, hermanos o sólo amigos (nunca los voltee a ver). Lo que sí puedo decir es que estaban en la crisis de la mediana edad:

Mujer: El otro día me encontré a Mariana en la calle.

Hombre: Ah, si?? Y ¿cómo está?

Mujer: Pues pobre. La verdad se veía súper vieja. Nada que ver con la bonita guerita que estaba con nosotros en la escuela. Se veía toda ajada, gorda... ay, no sé... como que dio el viejazo.

Hombre: Válgame, tan guapa que era. Ella y tú siempre tan amigas y súper arregladas.

Mujer: ¡Ni me digas eso! Capaz de que estoy yo aquí diciendo que ya dio el viejazo, que nada que ver con como lucía antes, y yo estaré igual. jijiji (risita nerviosa)

(Una pausa incómoda. Estoy segura que ella esperaba que él le dijera: Claro que no, ni al caso. Tú luces súper bien. Pero no. No se escuchó eso)

No pude evitar sonreír un poco y pensar: Pobre hombre, esa evasión seguramente se la van a cobrar muy cara. NINGUNA mujer se queda en paz cuando se habla, o no se habla, de su belleza.

Luego, después de que avanza un poco la fila, me toca cerca de una banquita donde están unas niñas sentadas. Dos de ellas muy lindas, acicaladas, con el cabello perfectamente recogido en un moño color moradito, casi azul. Luego, se acerca otra pequeña (quizá un año menor que las otras). Es allí donde empieza el interrogatorio:

Niñas peinaditas: Y tú ¿cuántos años tienes?

Niña interrogada: X (no escuché bien). Bueno, va a ser mi cumpleaños pronto. Las invito a mi fiesta.

Niñas peinaditas: Ah, sí?? ¿Y dónde va a ser? Porque nuestra fiesta fue en el Zoo Planet (o algo así, no entendí bien) y tuvimos muchos regalos. Fuimos vestidas de las princesas.

Niña interrogada: Ah... la mía va a ser de Peter Pan

Niñas peinaditas: Pues en el cuento de Peter Pan no hay princesas. Y ¿cuál es tu color favorito?

Niña interrogada: Me gusta el verde.

Niñas peinditas: Pues ese no es color de niñas. A nosotras nos gusta el morado, el rosa. Pero el verde es de niño. ¿Y tú vas al Jazz? Nosotras estamos en Blabla Escuela de Jazz. Bailamos desde chiquitas.

Niña interrogada: No, no voy al jazz. Pero bailo mucho en mi casa.


Y en ese momento, tocó que el cajero me atendiera. Es allí donde me pregunto ¿hasta qué edad uno sigue jugando igual, interrogando y siendo interrogada? ¿hasta qué edad puedes dejar de usar el verde porque unas odiosas niñas en una fila, te dijeron que era un color de niños? ¿hasta qué edad dejas de compararte con la belleza de los demás, viéndote más joven o más vieja que la otra?

Es allí donde le agradezco a mi banco que tenga abiertas algunas de sucursales en fin de semana. De no ser por eso, no tendría tiempo de contar el número de cuadritos de piso que ocupa cada persona en la fila; no tendría tiempo de hacer cálculos, basados en estadísticas rápidas, de tiempo promedio de atención por cliente; no tendría tiempo de meditar en las carnes asadas ni tampoco en que no volvería a usar la blusa verde que tengo: es color de niño.

Me hubiera gustado el seguir escuchando a estas niñas.

julio 25, 2007

Hurgando en un empolvado rincón

¿Quién no ha encontrado placer en una noche de insomnio y aburrimiento al hurgar en un empolvado rincón de la biblioteca, con la esperanza de encontrar entre los conocidos libros uno diferente, entretenido y fascinante? Esa era una de mis más grandes ilusiones durante las vacaciones de verano cuando estaba en la secundaria y preparatoria (cuando entré a la universidad me "surtía" de libros en la biblioteca). El ocio me hacía dormir durante la tarde y, al caer la noche, como cosa natural, me era difícil conciliar el sueño. Así que de puntillas bajaba a donde están todos los libros (unos en repisas, otros en alteros sobre el suelo, unos más en cajas de cartón, sin ser clasificados) y ansiaba encontrar alguno que no me fuera familiar, que no se viera como esos libros aburridos de negocios o de historia política o que no fuera uno de los tantos que había leído al menos tres veces.
Hace dos noches recordé esos días. Y aunque no era tarde, bajé a buscar un libro nuevo. Hará cosa de dos años, mi papá llegó una tarde con el automóvil lleno de libros viejos. Los compró afuera de una casa. Su dueño había muerto y nadie estaba interesado en conservarlos. Así que mi papá regresó a casa triunfante con alrededor de 500 libros viejos, amarillentos, con olor a polvo... llenos de encanto. Mi hermana le dedicó muchos minutos a limpiarlos y clasificarlos. Muchos de historia, novelitas rosas, biografías, un poco de ciencia. Libros de principios de 1900. Libros con una clara historia marcada entre sus páginas. Hay algunos que hasta anotaciones tienen, donde el lector ponía: Insulso, Entretenido, Interesante y demás notas que dan una buena idea sobre lo que se tiene entre manos.Obviamente, no me ha alcanzado el tiempo de leerlos todos. Obviamente, es abrumador ver tanto material "nuevo" y no saber por donde empezar.

Así que como decía, hace dos noches bajé a buscar algo para entretenerme, para matar al insomnio. Tomé uno llamado Claudina en París. Lo empecé a leer. La lectura se fue rápido. Luego reparé en que no había visto quién es el autor. Y allí fue donde me di cuenta que estaba leyendo el segundo libro de la primera serie de Colette... las Claudinas. ¡No puede ser! Tanto que he oído hablar de Colette, del mito que es y nunca había tenido un libro de ella. Volví a leerlo desde el inicio con más calma. Quiero de una u otra manera descubrir ese encanto del que se habla que la escritora tiene, quiero ver eso que ha construido los mitos y no quiero creérmelos, quiero vivirlos de cerca. Definitivamente el libro que estoy leyendo es una reminiscencia de la vida bucólica que la escritora tuvo en su infancia. Es la añoranza de la pequeña Claudina al encontrarse encerrada en el monstruo que es París. ¡Cómo me entretiene! A veces, cuando se toma un libro con escenario parisino, es muy predecible lo que se dirá de la Ciudad Luz, se sabe que se le revestirá de ese encanto que tiene, de esa magia, de ese color y ese ambiente que suele envolver desde que se pone un pié en tierras francesas: París es París y todo el mundo se emociona al decirlo. Sin embargo, Colette habla de un París que no importa, habla de una vida que ansía estar en tierras más tranquilas, lejanas de la parafernalia propia de las grandes ciudades. Colette busca una vida más sencilla, pero en absoluto simple.

Estoy empezando el libro, voy en la página 82. Pero quiero transcribir un pequeño parrafito que me ha entretenido:

¿Quién ha de creer que Claudina tiene pensamientos tan lacrimosos, después de haberse levantado de la cama y haberse sentado a la oriental ante el mármol de la chimenea, ocupada aparentemente en tostar una pastilla de chocolate, que sostiene cerca de las brasas con unas tenacillas? Cuando la superficie expuesta al calor se ablanda, se ennegrece, crepita y comienza a hincharse, la divido en láminas sutiles con un cuchillito... ¡Gusto delicioso, que participa del de la almendra tostada y el gratín a la vainilla! ¡Languidez melancólica, saborear el chocolate hasta lamer las tenacillas, tiñéndose al mismo tiempo de rosa las uñas de los pies con un trapito, sumergido antes en la tinta del tintero rojo de papá!
...
-Huele usted... a canela, Claudina.
-¿Por qué a canela?- digo con languidez, embotada por la impresión ligera de su aliento.
-No sé- dice riendo-. Un olor cálido, un olor a confitería exótica...
-¿Dulces orientales?
-No. Parecido a tarta de Viena; un olor que abre el apetito. Y yo, ¿a qué huelo?- pregunta él, acercando su aterciopelada mejilla a mi boca.
-A heno cortado- digo yo, aproximándome. Y como no retira la mejilla, la rozo suavemente, pero sin llegar a apoyarme en ella. Lo mismo hubiera rozado un ramillete o un melocotón maduro. Hay perfumes que no se aspiran bien más que por la boca.
-¿Es heno? Es un olor verdaderamente sencillo...

Colette, Claudina en París, Editorial Sud América, 1a. Edición. Octubre 1959. Pp. 80, 82.

Y así han transcurrido mis últimos días. Con la ilusión de salir del trabajo, que llegue la noche y yo poder leer el simple librito que me emociona desde que me levanto.
Veamos en qué termina. Veamos si puedo leer a las otras Claudinas. Veamos.

julio 20, 2007

Se me ha antojado leer cómics

Recuerdo muy bien que a los 7 años, de una sentada, leí 12 libritos con las tiras de Mafalda. De mis personajes favoritos fueron Susanita y Libertad.


Me encantaba que el deseo más grande de Susanita fuera tener muchos hijitos en una preciosa casita. Además, ella gozaba contando el cuento de la Cenicienta una y otra vez, sólo para molestar a Felipe y Mafalda. Pero lo más genial de Susanita, era su capacidad para fastidiar al probre de Manolito. Lo mejor de todo fue el día que decidió peinarse como él y cuando soñó que tenía un hijo igualito y prefirió suicidarse, con todo y carta póstuma (Sr. Juez). Otra cosa imitable de Susanita es su colección de lágrimas en preciosos frasquitos de colores. Susanita es genial.

Dar click en cada imagen para ver mejor


Y Libertad, esa niña que tenía la idea de que el mar era sopa y la gente fideos; que le gusta la vida simple, la gente simple y ser simple; la que le quitó a Mafalda el deseo de comer carne, al decirle que sus mamás compraban en la misma carnicería y eso las hacía compañeras de vaca; que gritaba en su minúsculo departamento para que pareciera que era más grande; y sobre todo, admiraba a su mamá porque hablaba francés. Eso sí, ella fastidiaba a todos, incluso a sí misma. Pero no permitía que nadie jamás le dijera que era bajita o la hiciera sentir mal por ello. Su fastidiado favorito siempre fue Miguelito en asuntos del espacio exterior.


Me encanta leer Mafalda. Creo que los volvía leer todos a los 19 años. Ya es tiempo de encontrar la colección completa y leerlos de una sentada hasta terminar.



julio 18, 2007

Mucho Trabajo


En estos días he tenido mucho trabajo. Perdón, debo corregir: en estos días TENGO mucho trabajo. He pensado en muchas cosas, varios temas para escribir, cosas que contarles a los amigos, salir a tomar algo por allí, ir al cine y demás antojos que sólo anhelo cuando los tengo prohibidos o fuera del alcance.

Así, que me disculpo con mis estimables lectores. De momento no podré poner post alguno.

julio 15, 2007

La Señorita Felipa


Parte de mi infancia, durante los veranos, los pasé en casa de una de mis abuelas. Mi hermana y yo jugábamos en su patio toda la mañana y esperábamos a que dieran las 2 de la tarde y mi mamá llegara por nosotras. Tengo recuerdos muy vívidos de ese patio, con sus frondosos árboles y plantas por doquier, una hamaca y muchos rinconcitos donde estaban los gatos escondidos. También tengo otros recuerdos difusos, como la existencia de unos patos y el árbol de higos. Precisamente, como mezcla de esos recuerdos vívidos y difusos, se encuentra un rincón de su jardín, en el que bajo un gran árbol se sentaba, toda la mañana en silencio, una anciana que lo único que hacía era acariciarse el largo cabello azul, mientras su mirada estaba perdida.
Después de casi veinte años, decidí indagar en esos recuerdos y forzar a la memoria para que me diera más datos de esa extraña visión. Creo que se llamaba Felipa.
La Señorita Felipa, fue en sus años mozos una preciosa muchacha de ojos azules, buen carácter y docilidad. Al morir su madre, quedó a cargo de sus hermanos mayores, quienes no le correspondían en el cuidado y atención que ella requería.
Y llegó un buen día en el que Felipa se enamoró profunda y perdidamente de un joven agradable, atractivo, amoroso y dispuesto a hacer su vida al lado de ella. Pero, cuando fue a pedir la aprobación de la familia, los hermanos mayores de Felipa, encontraron al muchacho inadecuado. Es más, cualquier muchacho era inadecuado porque el destino de Felipa era quedarse al lado de ellos.
Al saber la desaprobación de su familia, Felipa no tuvo más remedio que obedecer y no dijo palabra alguna, no lloró, no se rebeló, en apariencia, no hizo nada. Sólo se escapó. Toda ella, a excepción de su cuerpo, volaron a una vida mejor donde podía estar al lado de su amado todos los minutos de la eternidad. Y así transcurrió su vida, en una felicidad eterna, sin añorar el pasado, viviéndolo a su antojo sin tener que dar parte a los demás de su dulce historia de amor eterno.
Nunca la oí decir palabra alguna, simplemente me quedaba contemplándola con un poco de recelo y temor. No podía comprender la decisión que ella había tomado, de hacer con su vida lo que quería pero matando de culpa a quienes querían evitarle el ser feliz.

julio 11, 2007

Estoy mareada


Tengo varios días mareada. Y no sé si ya me gusta ver las cosas así. Me duermo pensando que estoy en un barco y que mi cama me va meciendo hasta que me quedo dormida. Me despierto con un pie en el piso sin saber de que lado de la cama estoy. Me levanto y a tumbos llego a ver mi distorcionado reflejo que aparece en un espejo al que le da directamente la luz. Cuando me cambio, me doy cuenta que no es buena idea usar zapatos altos, porque si uno está mareado y "en las alturas", creo que se siente más feo. Y así pasa el día de una persona mareada. ¿Se me irá a quitar algún día? Es que ya le estoy encontrando lo divertido a este estado. Ya me río del gracioso y cauteloso andar que concientemente he desarrollado y de verme, sin lentes y medio distorcionada, en el espejo. Es más, la gente alrededor de mí es más simpática cuando estoy mareada. Quizá no quiero que se me quite lo mareado nunca. Es muy buena justificación para reir, quejarse y ser "descuidado" sin razón alguna.

julio 02, 2007

Vacaciones


Estimados Lectores:

Por motivos vacacionales, nos mantendremos inactivos durante un corto período. Sin embargo, se aceptan comments y sugerencias de temas a tratar, a los que se les dará respuesta próximamente.

Cordialmente,
:)

julio 01, 2007

Quienes se acordaron de mi cumpleaños (y me lo hicieron saber)


Cuando cumples años siempre esperas algunas felicitaciones, ya sea de personas que te felicitan porque te quieren, porque están comprometidos a hacerlo, porque se toparon contigo o porque de una u otra manera te tienen presente, aunque no aparezcan mucho en tu vida.

Este año recibí muchas felicitaciones (por medios presenciales y/o virtuales), así que quiero agradecer a todos por haber hecho que los festejos 2007 fueran diferentes, especiales e inolvidables (por orden de aparición):

Pame
Víctor
Haidé
Éricka
Jorge L.
Papás
Abuelas
Ale M.
Tiwaa
Eddy
Annabel
Cristy S.
Lety
Anita G.
Andrea
J.Roberto
Pao
Alfredo
César
Luis
Lily
Rebekah
Miriam
Made
Pedropam
Mina
Mague A.
Katy
Cynthia
Ruth L.
Gracia
Vasti
Anita L.
Eliel
Pedro
Diana
Mónica
Florencia
Margarita
"Manuel" (Adrián)
Gabriel
Gaby A.
Ester
Óscar
Gaby B
Manuelita
Grace
Alex
Alex J
Vania
Ricky
Leslie
Luis Q.
Carlos
Sergio
Marco
Betty
Santiago
J.Luis
María
Raquel
Viry
Abner
Marisa
Zahira
Perla
Alex D.
Gerardo
Y tengo la obligación de agregar a Buba, Carlos y Demo

Gracias a todos :)

junio 29, 2007

Para terminar el día de mi cumpleaños

Pasando el sábado, prometo comentar algunos detalles del día de mi cumpleaños. Estoy esperando un suceso en particular, para cerrar los festejos de este año. Así que no dudo que el lunes, ponga la reseña del cumpleaños 2007.

Una promesa vieja que sigo cumpliendo


Nunca pensé que algo que decidí intempestivamente una tarde de octubre fuera a significar tanto en mi vida a casi 7 años de distancia. Y haciendo real la promesa, decidí marcar mi piel, para así tener presente, durante muchos minutos, qué había sucedido y por qué. He de confesar que a la fecha todavía duele y sangra en ocasiones, como recordatorio constante... pero en el fondo, todo eso, es un gran orgullo para mí, a tal grado de que quien me conoce, sabe de la historia de la marca y pregunta por ella al mirarme el tobillo izquierdo.

Ya que el método ha sido tan efectivo, decidí compartirlo con una de las personas, de las amigas, más queridas que tengo. Con ella comparto largas conversaciones telefónicas de "trayecto a trayecto", noches de pésimas películas, compras de catálogo y secretos que yo sé que sabe de mí, pero que nunca le he dicho. Frente a ella he llorado por tonterías infantiles y me he reído por algunas tristezas irremediables.

Y hace precisamente una semana, la hice compartir conmigo aquella promesa y la marqué. Y ¿quién iba a pensar que ya surtiera efecto? En verdad me hizo reír bastante oir la anécdota, pero sobre todo, me da gusto, siento orgullo al ver reluciente, en su tobillo, la muestra de que somos más que buenas amigas.

junio 27, 2007

¡PRB!

Bajo los influjos de una copa de más de vino tinto, una noche perfecta para estar afuera y disfrutar con los verdaderos amigos de los minutos, del fresco, del queso y del embriagante y puro sabor de un tempranillo, necesito decirte algo:

"Te quiero porque te quiero Cariño, y me voy a morir queriéndote".

Gracias por hacer de mi apacible cumpleaños un momento como cada uno de los que pasamos juntos, hablando de todo y de nada; recostados en la hierba fresca, viendo las estrellas y rogando porque la noche sea eterna y no nos agobien las obligaciones del día siguiente.

Te quiero y me siento muy feliz de haber compartido un cumpleaños diferente contigo; un amigo tan dulce y hermoso conmigo. Gracias por hacerme sentir feliz.

junio 26, 2007

Te espero


Te espero desde hace 2 horas y 20 minutos. Te esperaba desde ahora al alba. Te he esperado desde aquel día en que te vi por primera vez y me enamoré de tu risa tímida, de tus ojos que fingen estar vacíos. Te esperé hasta que se me acabó la fuerza de seguir al pie de esta máscara que te gusta ver de mí. Te esperaré hasta que tu memoria te diga que existo y que a veces te miro con timidez. Te seguiré esperando, aunque tú te niegues a venir.