agosto 23, 2007

La petulancia


Hace algunos años (y no quiero ni pensar en días y fechas), una persona me tachó de petulante. ¿Petulante yo? ¡Por favor! Debe estar confundiéndome con alguien más.
Lo cierto es que hasta la fecha he pensado que la persona que me adjudicó este adjetivo, se encontraba fuera de sus cabales y... y... y... y de pronto vengo cayendo en cuenta que sí me he comportado de manera arrogante para con algunos.

Pero algo importante tengo que anotar: no soy petulante. Una cosa es que en alguna ocasión haya tenido una actitud presuntuosa, y otra es que ese sea un adjetivo que defina mi carácter.
Allí entramos en otro punto: ¿cuáles adjetivos definen mi carácter? ¿qué es lo que reflejo? En fin, sinceramente no quiero entrar en vanas reflexiones.

Pero a casi 4 años de haber sido llamada así, me he puesto, por fin, a reflexionar en el punto.

Una última pregunta:

¿Sigues pensando que soy petulante?


Encontré en La Palabra del Día (http://www.elcastellano.org/palabra.html), lo siguiente:

El Diccionario define petulancia como una actitud de "vana y exagerada presunción" y menciona que proviene del latín petulantia. Los romanos usaban esta palabra para aludir a un comportamiento desmedido, exagerado, atrevido, o insolente.

El vocablo latino proviene del verbo petere (ir a algún lugar), pero con el sentido de hacerlo en forma agresiva, incluso insolente. También tenía otros sentidos, como el de ‘atacar’ o ‘herir’, el ‘demandar a alguien’ ante los tribunales y el de ‘elevarse’. Ovidio decía petere astra (elevarse hasta los astros) y Plinio, más modesto, petere palmi altitudinem (elevarse a un palmo de altura). Cicerón, por su parte, al referirse a una lucha en el Coliseo decía gladiatores petendo vehementem (los gladiadores atacándose con vehemencia).

A partir de este verbo, se formó el adjetivo petulans, que se aplicaba a la persona agresiva, siempre dispuesta a atacar, y también al sujeto insolente o meramente irreverente y petulantia, arriba mencionada, al comportamiento de los petulans. En cierto momento, se formaron asimismo los cuerpos militares de petulantes, que eran batallones auxiliares de las legiones romanas.

Corominas afirma que la palabra petulante se registra en español desde el siglo XVII. Sin embargo, el notable etimólogo catalán no disponía de los modernos corpus informatizados que hoy nos permiten saber en pocos minutos que este vocablo ya era conocido en 1490, cuando su significado fue explicado por Alonso de Palencia en su Universal Vocabulario:

Petulans. tis. de todo genero. que agora lo toman por osado & demasiado. Otro tiempo se dizian azedos demandadores. & propriamente moços de cambiadores. los quales muchas vezes y espessas demandan demasiados preçios: que toman nombre de pedidores. O es petulans suzio importuno. En esto es diffirente el petulante del lasciuo: que el petulante viene de temeridad y el lasciuo del iuego y gazaiado.

El verbo latino proviene del griego peto, petannumi, que se deriva, a su vez, de la raíz indoeuropea pet- (precipitarse), también presente en palabras como ímpetu, petición, apetito, entre otras.

2 comentarios:

PRB dijo...

Entonces, ¿lo has sido o no?, recordemos que el carácter cambia con nosotros a lo largo del tiempo

:) dijo...

¿No te parece lo suficientemente petulante de mi parte el hacerme esa pregunta, casi aseverando que no lo soy? ¿Acaso todo este post no es una muestra de una petulante actitud?

Lo que me queda es reirme y esperar que los demás lo entiendan así... como un día de petulante actitud... pero no de petulante vida