octubre 08, 2007

Una cintura estrecha

Las mujeres usualmente tenemos una lucha con nuestra cintura. Todo lo demás podrá agrandarse, rodearse de grasita o no quedar tan plano como desearíamos... y no pasa nada. Pero en el momento en el que notamos que la cintura ya no es tan estrecha como antes... entramos en una pequeña crisis, que va creciendo, conforme nos damos cuenta de que ese "anormal agrandamiento" no es producto de la hora en que nos medimos, ni de que retenemos líquidos, ni de que era luna llena, ni de nada sino de el paso de los años y los kilos de rica comida de la que no nos limitamos.
La cintura simboliza muchas cosas:

  • Para las jovencitas, la seña inequívoca de que están creciendo.
  • Para las veinteañeras, el ícono de la belleza por excelencia. Podrá tener no tan linda cara, no tan buen carácter, pero una blusa ceñida que marque el talle, hace verla bella a tal grado que giran cabezas cuando se contonea.
  • Para las señoras, el hecho de que todavía son jóvenes y que pueden ostentar ropa que no todas las de su edad.
  • Para los señores, el trofeo que rodean con alguno de sus brazos y que muestra que la poseedora de tan preciado atributo, es para él y se mantiene así para retenerle.
  • Y para los no poseedores de una cintura así, únicamente representa la envidia tan grande, enmarcada por las frases "es que no es posible que tenga una cintura de ese tamaño", "de seguro trae un faja que no le deja respirar", "claro, matándose de hambre... pues así, ni como", "obvio que se quitó dos costillas" y tantas otras que aseguro cualquiera de nosotros hemos dicho en más de una ocasión.
No sé si decir que yo aspiro a tener un talle envidiable. Mentiría si dijera que nunca lo he contemplado, pero a estas alturas de la vida, ya no lo sé... mejor dicho, no sé de que manera le pudiera sacar provecho.

Scarlett O´Hara lo único que pretendía con su cinturita de 45 cm. (dentro del corsette) era encontrar un marido. No sé si quiero un marido (al menos uno que me quiera por la estrechez).
Cindy Crawford, necesitaba la cintura pequeña para seguir ganando millones. Creo que ya es tarde para que yo inicie en el mundo del modelaje.
Paris Hilton, para demostrar que a parte de ser heredera, empresaria millonaria, jet setter y tener sus malas rachas, puede mantener lo que no necesita para hacerse notar, pero lo hace por mera vanidad. Lo siento, el escaparate de la socialité mundial no es lo mío.

No sé. Cinturita o no, creo que toda la vida voy a luchar por llegar a los utópicos 45 cm. Por lo pronto, los vestidos que se ciñen al talle y por efecto visual la cintura se hace más pequeña, serán mis mejores aliados.

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