En los últimos días noviembre me ha favorecido con un clima maravilloso. Ya se vale sacar las bufandas ligeritas y usar los saquitos un poco más gruesos.
Así con este ambiente, es con el que me gusta caminar. Y me gusta hacerlo con mis zapatos altos y las manos discretamente metidas en los bolsillos de mi saco, lo que me da un balanceo que me hace sentir que me deslizo con gracia. A mitad de camino me entretengo subiendo el nudo de mi bufanda y esperando llegar a mi destino. Así han sido casi todas mis mañanas de noviembre, porque muy temprano llego a mi oficina, estaciono mi auto y me dirijo andando una o dos cuadras para comprar café.
Eso basta para dibujarme una sonrisa que me dura toda la mañana. Luego, en la tarde, cuando camino por el jardín que tengo que atravesar para llegar a los salones de la universidad, vuelvo a sonreír al sentir el fresquecillo que cosquillea mis pies y enciende un poco mis mejillas.
Me fascina noviembre. Me fascina la mitad de noviembre. Soy feliz en noviembre. ¿Por qué desde el día primero te me estás acabando? ¿Por qué te me vas como cometa al viento? ¿Por que mi embeleso al mirarte morir año con año? Lo que me hace sentir mejor es que mañana me despertaré muy temprano, me pondré mis zapatos altos y volveré a caminar entre el otoño para encontrarme con mi destino: el café caliente.
Así con este ambiente, es con el que me gusta caminar. Y me gusta hacerlo con mis zapatos altos y las manos discretamente metidas en los bolsillos de mi saco, lo que me da un balanceo que me hace sentir que me deslizo con gracia. A mitad de camino me entretengo subiendo el nudo de mi bufanda y esperando llegar a mi destino. Así han sido casi todas mis mañanas de noviembre, porque muy temprano llego a mi oficina, estaciono mi auto y me dirijo andando una o dos cuadras para comprar café.
Eso basta para dibujarme una sonrisa que me dura toda la mañana. Luego, en la tarde, cuando camino por el jardín que tengo que atravesar para llegar a los salones de la universidad, vuelvo a sonreír al sentir el fresquecillo que cosquillea mis pies y enciende un poco mis mejillas.
Me fascina noviembre. Me fascina la mitad de noviembre. Soy feliz en noviembre. ¿Por qué desde el día primero te me estás acabando? ¿Por qué te me vas como cometa al viento? ¿Por que mi embeleso al mirarte morir año con año? Lo que me hace sentir mejor es que mañana me despertaré muy temprano, me pondré mis zapatos altos y volveré a caminar entre el otoño para encontrarme con mi destino: el café caliente.

1 comentario:
Mis mañanas son distintas a las tuyas, siempre corriendo, viendo noticias y casi infaliblemente llego tarde a donde vaya, es tarde, pero para mí siempre es algunos minutos más tarde. Mi tatuaje me lo hice por que soy de Chihuahua y quería algo de donde nací, por que está retechulo y la verdad es todo, se me hizo estético.
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