noviembre 10, 2008

Las flores


A las flores de mi casa les encanta noviembre. Y a mí me fascina entrar y verlas erguidas, frescas, completamente abiertas, como sintiéndose orgullosas de ser el centro de atención de mi sala.

Las de esta semana son de color amarillo, pero un amarillo tan brillante, que dan ganas de quedarse sentado allí, sólo contemplándolas por temor de que de un segundo a otro se deshagan de lo preciosas que están.

Ahora, mis tardes de noviembre son amarillas. Ya no sé si me gusta noviembre por el clima o porque es el clima que le gusta a las rosas que tanto me complazco en admirar.

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