junio 02, 2008

Y ahora tenemos un 20% de potencial felicidad extra

Mi mamá hoy me dijo, por primera vez en mi vida, que ella cree que si bajo un poco de peso, seré una persona más feliz. Eso me lo dijo a la hora del desayuno, cuando tenía frente a mí dos panes tostados, untados de deliciosa mantequilla pura, queso crema y mermelada de cerezas silvestres.

Ya no pude si quiera empezar con ellos. En verdad, que toda la vida he pensado que la felicidad se puede contener en frasquitos dulces y no en básculas mentirosas.

Y creo que tengo razón. Recuerdo que hace unos 10 años, yo era una adolescente delgada. Lo suficientemente delgada como para no tener miedo de decir mi talla en voz alta. Y, sinceramente, no me sentía extraordinariamente feliz. Ahora tengo un 20% más de peso que en esa época y no estoy un 20% más infeliz que entonces. Bueno, esta mañana me sentí como 18 kilos más triste, por lo que me dijo mi mamá.

Conozco la manera de bajar de peso, la manera que me funciona, pero parece que no es un método que se considere "éticamente correcto": reducir todas las comidas a 1 manzana por semana. No sé si tengo la fuerza de voluntad como para empezar a considerarlo, como para privarme de las deliciosas comidas de mis restaurantes favoritos, los pastelillos de la tarde, los entremeses de cuando tengo visita... ahhhh... no, es demasiado sacrificio, por obtener únicamente 20% de felicidad adicional.

Bueno, por si sí o si no, ahorita vengo, voy a la tienda a comprar mi manzana del día. Quizá sea muy drástico una por semana, así que me daré la concesión de una al día.


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