junio 11, 2008

Indiferencia

A veces lo único que me queda es la indiferencia y procuro ser tenaz, porque sé que si no me aferro, me quedo en ceros o gastando lágrimas por anticipado... de esas que después te cobran intereses muy caros por cada minuto que se gastan corriendo sobre la piel.

Si soy lejana, es por el implacable deseo de encontrarme a mí misma y no estar viviendo siempre bajo la sombra de tu recuerdo.

Y no sé por qué me juzgas de absoluta negación. ¿A caso no te gustaban más mis silencios que mis rebuscadas e infantiles palabras? ¿Cuándo has confundido tú la negación con el silencio?
Negar no me lleva a nada (no nos lleva a nada), simplemente disfruto sustituir lo que no es y aparentar que "algo es". Eso es el principio de mi felicidad: el autoconvencimiento. Pero te aseguro, que eso puede ser todo, menos negación.

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