septiembre 17, 2008

Tristeza Culinaria


Decidí decirle adiós a la cocina, porque al parecer no hace feliz a las personas alrededor mío (en este momento me es difícil decir que es la gente que amo).

Quizá sea un momento de dar por terminada una etapa y en unos años, cuando yo disponga de mi espacio, ser y hacer lo que siempre he querido.

Por lo pronto, se termina esto. Ya no más consideraciones culinarias para ninguno, incluso, para mí.

Siendo todo lo sincera que se puede ser, esto me duele demasiado. Me dolió ayer en la mañana, al ver el insulso pan mal tostado sobre un plato demasiado grande para la porción. Me dolió no poder demostrar que me emocionaba la mermelada y me dolió aún más ver que nadie de los presentes notó el cambio.

Quizá esta sea la manera definitiva de forzarme a cambiar de momento en la vida. Quizá.

No me resta mas que decir, porque conforme lo voy pensando, se me amargan los labios y las lágrimas insisten en salir.

No hay comentarios.: