septiembre 18, 2008

El soborno y el chantaje


Cuando el soborno no funciona, se aplica el chantaje.

Mi cercanos están en ese plan. Creen que con un soso vaso de yogourt, van a hacerme feliz. Y como no lo logran, llega el chantaje emocional: es que con nada te conformas, nada te hace sonreír, tienes mala actitud, etc.

¿No dejé en claro, que los deleites culinarios han quedado de lado?

Sólo cuento los días para salir de la ciudad y no estar pensando que en un frasquito de lácteos viene la felicidad. A menos que sea de helado de menta o de fresa con kiwi. Quizá, si lo tengo de frente y luce apetitoso, me de le permiso de sorber la dicha a gélidas, prolongadas y pacientes lenguaradas.

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