julio 10, 2008

Los Minutos No Amargos

Me he dado cuenta que yo tiendo a recordar las cosas tristes, con una anécdota feliz que me da la oportunidad de contarla a mis allegados, sin esa intención de lástima que muchas veces le pone uno cuando está "contando sus penas". Sin embargo, eso me resta la posibilidad de disfrutar las historias verdaderamente felices, porque su contexto me sabe tan insulso, dado que no hay algo que pueda "cambiar" y hacerlo más "a mi manera".

Esta semana me pasaron cosas felices. Cosas felices de las cuales tengo mucho que contar. Extrañamente, me siento demasiado viva, siento que tengo nuevos bríos... me había sentido tan feliz, hasta que pensé en la narrativa de "mi momento".

Creo que no voy a contar más. Quizá las "no palabras", sea la manera de disfrutar, en la intimidad, de los minutos que me saben bien, que no son amargos y a los que no les pongo sal, para hacer el bocado sabroso.

No hay comentarios.: