julio 17, 2008

Elegir atuendo a las 5:50 de la mañana


Hoy amanecí harta de mi ropa. Ya no quiero nada, nada de lo que tengo. Ni una sola blusa blanca más. Ni una. Sé que me voy a arrepentir de lo que estoy diciendo. Tengo una extraña atracción hacia la ropa blanca con negro. Cuando voy a comprar algo "colorido", siempre termino prefiriendo cosas en blanco-negro.

Por mucho prefiero las faldas y vestidos sobre los pantalones. Los pantalones son... son un mal necesario, pero no me gustan. Ni siquiera los de mezclilla. Esos son los que menos aguanto. Los uso porque es lo que conviene, lo que combina, lo cómodo... no porque me gusten. No vuelvo a comprar un pantalón por ninguna de las otras tres razones. Si lo compro, será porque me gusta, no porque es lo que debería usar.

He decido que ahora a medio día voy a ir a comprar una o dos prendas de colorcitos lindos. Algo rosa, algo con puntitos, algo rojo. Algo que yo no me pondría. Algo fresco. Ya me hartó la misma ropa de siempre. El mismo estilo de siempre. El mismo corte de siempre.

Llegando a mi casa, si no se me ha pasado el hartazgo, voy a agarrar toda mi ropa y la voy a separar, para dejar mi clóset vacío y así forzarme a comprar cosas nuevas.

El sábado, si no se me ha pasado el hartazgo, me voy a ir de shopping.

El lunes, si no se me ha pasado el hartazgo, voy a aguantarme la tentación de ponerme la misma blusa blanca que tanto me fascina y me voy a poner una de color... de color... (¿cuál color?)... no importa... algo de color.

Todo, si no se me pasa el hartazgo.

Mejor dicho, todo si pasa mi tarjeta.

(Este post fue detonado por tres líneas de conversación en el messenger)

Y también quiero comprar unos zapatos de color amarillo, para ponérmelos sólo unos minutos y luego darme cuenta de que el amarillo no es mi color. Lo admito, no es para tanto. Aún no llegamos a ese nivel de hartazgo.

No hay comentarios.: