febrero 25, 2009

Los períodos de abstiencia y los finales felices


Durante el tiempo que tomé para dejar el café, pasaron muchas cosas. Cosas que no entiendo y que me resisto a comprender. Mientras no tomé café, la lluvia decidió no llegar, cosa que yo esperaba a pesar de los pronósticos.

Por eso decidí que los períodos de abstinencia a mí no me llevan a nada bueno. Eso sí, lo disfruté. Fue un placer completamente egoísta. Y me encantó que el final y su celebración con la mejor compañía imaginada. En una secuencia teatro-cena-vino-café y mucha conversación.

Mis días ahora comienzan con humeantes tazas blancas y su consabido interior negruzco; y terminan con un sabor penetrante, amargo... con un sabor de minutos felices, pero con un dejo de ausencia que no sé cómo llenar.

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